La obra Equus, protagonizada por el actor Daniel Radcliffe y por Richard Griffiths (Harry y Tío Vernon), tuvo su estreno el día de ayer en Brodway y las primeras críticas comenzaron a surgir. Primero, a través de la web SnitchSeeker, que describió la obra de la mejor manera posible, elogiando Daniel Radcliffe y la obra en sí.
Ya otros periódicos, como Reuters, NY, AP y Usa Today, elogiaron la obra en sí, pero dijeron que ellos no consiguieron revivir de la misma intensidad la pieza de los años 70, pero la culpa no es de Daniel Radcliffe, que de acuerdo con ellos, está fuerte y seguro en el papel, pero en algunas escenas él demuestra miedo y sin seguridad, dejando su actuación un poco apagada, aunque no interfiera en el esfuerzo de Dan. Ellos aún dicen que él tiene mucho ingenio, entregándose de cuerpo y alma al papel.
Debo primero decir: es realmente genial ver que Dan Radcliffe puede, realmente, actuar (estoy en el grupo de personas que siente que su actuación de Harry Potter fue siempre grave y dura). En cierto punto, me aproximé y susurré a mi compañero, “Por qué él no puede hacer eso en Harry Potter?” Ella gesticuló de vuelta, completamente consciente de como su performance era brillante.
Y así fue. Dan era, sin dudas, el corazón y alma de la producción, y no porque él es Daniel Radcliffe, estrella de las películas de Harry Potter. Si cualquiera ya percibió lo cuánto él es exagerado y nervioso todo el tiempo, imagínelo focalizando eso en una performance que exige que él corra mientras grita insultos y quejas para un relativamente vencido y amargo Richard Griffiths (también muy bueno, y cómico hasta los pies). Hubo una tal inexperiencia en su Alan Strang que fue hipnotizador en algunos puntos; usted no podría dejar de quedarse sorprendido por cuánto él entró en el personaje, y como él trajo alguien tan atormentado, interesante de hablar de sí aún, preocupado, mentalmente inestable cuanto Alan a la vida, de modo tan bonito y casi sin fallos.
La desventaja de tenerse asientos de escenario es que usted pierde algunas de las expresiones faciales cuando los actores están hablando al público del teatro (cómo ellos están sentados contrarios a nosotros). Sin embargo, dato al hecho de que usted puede, realmente, oír las emociones que ellos están intentando conducir con sus hablas, realmente no hace una gran diferencia para la experiencia (y tiene más, si alguien vio las numerosas imágenes promocionales de la pieza, da la idea de como la escena parece del otro lado, de cualquier forma, lo que fue un poco ventajoso). Hubo algunas escenas en las cuáles los actores, especialmente Dan, vuelca para la platea, entonces los pocos de nosotros ocupando los asientos de escenario medio que recibimos una presente bonificación (especialmente porque nuestros asientos estaban cerca de 3 metros por encima del verdadero escenario, el nivel de intimidad que sentíamos que estemos tan próximos no es algo que alguien de los asientos del teatro pudieran entender… aunque yo pudiera estar un poco más tendencioso allá).
Hubo un par de escenas que destacaron que sólo los ocupantes de los asientos del escenario pudieron ver, teniendo una vista aérea de ojo de pájaro de la obra. Cuando Dan estaba imitando azotes en sí mismo con una percha como medio de penitencia, usted puede, tal vez, pensar que, una vez que pocas personas verán sus expresiones faciales detras, él no sería tan severo, o que él se relajaría un poco, pero él no lo hizo, ni un poco. Usted podía ver la intensidad, podía ver lo cuánto él entró en el personaje y el dolor y aflicción que él siente por los pecados que cree que a cometido. Los ojos cerrados de modo apretado y el rostro lleno de una ilusión de desesperación por la culpa; se puede ver que Dan estaba verdaderamente sintiendo el dolor de su personaje. Hubo otra parte, en particular, en la cual él está con los caballos (Nugget, el único de quien Alan realmente se quedó íntimo), y sus ojos estaban son llenos de pavor y adoración que es hasta un poco inquietante mirarlos, donde su esplendor absoluto a lo que miren con amor otra figura se hace casi hipnótico.
Hay algunos momentos, también, los cuáles Dan está acostostado en una posición de feto en una de las cajas usadas como soporte y moviliario, pues él no es necesario en la escena, entonces él vuelca su espalda para el lado del teatro del público. De los asientos del escenario, usted puede ver sus expresiones faciales, que son algunas veces cómicas y distrativas que usted pierde el vestigio de lo que está aconteciendo alrededor de él. Los otros actores están allá diciendo sus hablas y haciendo sus escenas, y usted es atraído a Dan acostostado allá, completamente aislado mentalmente de todo excepto de las performances alrededor de él, mientras él está rascando su rostro, bostezando y royendo sus uñas (las cuales él masticó y escupió algunas veces, también). Creo que tener que verlo fuera del personaje tantas veces, eso quita usted de Alan y usted se acuerda que él es sólo Dan, y eso se hace preocupante cuando él levanta abruptamente para hacer sus escenas. Dan tiene un vigor inmenso, tengo que decir (y él perfectamente desmonta de los obstáculos cuando son colocados en la posición más alta, haciendo con que sus pies estén a cerca de 1,2 metro del suelo, exigiendo que usted se levante, lo que él hace con una facilidad chocante – usted ve donde los ejercicios que él hizo durante tantos años vinieron a ser utilizados).
Además de la actuación admirable de Dan, tengo que decir que el Dr. Dysart de Richard Griffith fue el complemento perfecto para Alan de Dan. Con Dysart, usted tiene alguien que es muy comedido en su vida personal (como es mostrado), pero también tranquilo y controlado se comparado a la demencia resistente que Alan trae consigo (que puede estar asestando intencionalmente su presa o gritando fuertemente para ellos), y que funciona muy bien. Es algo que percibí con la obra: hubo personajes que funcionaron gradualmente bien unos con los otros a causa de sus diferencias, y que ellos medio que combinaron juntos las piezas del rompecabezas (como Alan y Dysart, Dysart y Hester, el magistrado de la Corte – definitivamente cuando él, a las veces, representaba el moleque irritante y pestilento con su figura bien montada y rígida; los padres de Alan, Dora y Frank; y Alan y Jill [la chica con quien él se enamora]: él es totalmente reservado y tiene miedo de mostrar sus verdaderos colores; y cuando él lo hace, ella se sienta con los brazos cruzados y ríe de su cara cuanto a eso, porque ella es una chica muy fácil que quiere divertirse). Es una obra de personajes complementarios intentando descubrirse encontrando las piezas perdidas que hacen todo ser comprensible y completo, y eso es hecho muy bien por los actores (aunque el supuesto acento irlandés de Jill haya dejado a desear).
Los caballos y los actores que los interpretan son fenomenales. Después de Alan de Dan, ellos realmente son, de lejos, los personajes más interesantes en la obra. Usted se queda en la incautación de cómo seis actores se levantan e interpretaban sus papeles tan bien (hubo una increíble cantidad de coreografía en eso; en el final, cuando Alan deja los caballos ciegos, se hace algo de danza, en la cual él está huyendo después de intentar atacarlos, y la gracia y elegancia con las cuales ellos se menean con dolor y terror son magníficas – el único problema es que la escena de clímax termina muy rápidamente). Los actores adoptan sus personajes equinos tan perfectamente que el público se olvida de que hay seis hombres vistiendo máscaras de metal en el formato de caballo; lo que puede ser visto es el amor entre un joven hombre y los animales que él ama tan encarecidamente.
Por otra parte, además de ess fotografías hay mas de 100 fotografías disponibes de Equus en Brodway!!!!
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